El Nazareno de San Pablo está en perfectas condiciones

El monseñor Adán Ramírez, párroco de Santa Teresa, explica que la escultura del Cristo Nazareno tiene más de 400 años y que tanto la imagen como el templo reciben mantenimiento continuo

María Gabriela Fernández B.

Vendedores de velas, rosarios, inciensos y estampas del Nazareno comparten acera con puestos de frutas, ropa y tabaco. La calle vive en un bululú de pancartas y gritos de ofertas, de gente que va, que viene y conversa. La entrada principal de la basílica de Santa Teresa se irgue imponente tras este alboroto y las características de la enorme estructura revelan los más de 100 años de historia que ha escrito este templo en la ciudad de Caracas.

Monseñor Adán Ramírez

Las campanas anuncian que terminó la última misa del día y, a eso de las 6:20 pm, el monseñor Adán Ramírez, sacerdote -“por vocación”- y párroco de la basílica desde hace trece años -“por obediencia”-, inicia un diálogo en el que describe su trabajo como uno que requiere “responsabilidad, disposición y alto sentido de ser conserje de un gran edificio”, al tiempo que revela el exhaustivo cuidado que esta comunidad brinda al Nazareno de San Pablo para mantenerlo “siempre en perfectas condiciones”.

Ramírez define a Santa Teresa como “un lugar que más que un templo es un santuario, porque viene gente de todo el país y todas las clases sociales a manifestar su fe en el Nazareno”. Explica que esta imagen tiene más de 400 años de haber sido construida: “No existen registros de la fecha exacta de su elaboración pero la técnica utilizada y el material, madera de Flandes, la ubican como una obra de el siglo XVII”.

Los cuidados que la parroquia de Santa Teresa brinda a su Nazareno son minuciosos: Durante todo el año la imagen se encuentra “protegida en una cámara con vidrios antibalas que sólo es retirada en los días de Semana Santa”. Además, una vez finalizado este tiempo, don Manuel Díaz, restaurador oficial del Nazareno de San Pablo, acude a la basílica para “examinarlo, restituir cualquier pequeño daño que haya sufrido en su exposición e inyectarle algún tipo de veneno para protegerlo de las polillas”.

El monseñor asegura que sólo dos personas tienen acceso a tocar a la venerada imagen: “Una es Manuel, por supuesto, otra es la persona que lo viste”. Llegado a este punto, Ramírez comenta que la forma que se oculta tras la túnica de la imagen es la de un hombre y que esta silueta se cubre regularmente con alguno de sus tres trajes.

Hace 35 años se llevó a cabo la última gran restauración del Nazareno. Según  el monseñor, el proceso incluyó “un examen radiológico, la extracción de clavos y placas metálicas que le habían dejado dentro en pasadas renovaciones” y un tratamiento completo a la madera. El trabajo llevó a la imagen a su estado original pero se estima que fue bastante costoso.

A este respecto, Adán Ramírez afirma que los trabajos de mantenimiento de la basílica y sus imágenes se realizan sin subsidio alguno, por lo que, con respecto a los fondos que requieren para realizar todas las labores, explica: “Nosotros vivimos del aporte solidario de los fieles. En Santa Teresa Dios provee”.

Nazareno de San Pablo

  1. #1 por Antonio Fernández el 14 noviembre, 2010 - 6:26 PM

    Excelente. Sólo el último párrafo tiene una redacción un poco confusa. En todo caso, creo que se pudo escribir mejor. Calificación: 19.

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